En este revuelo de la autoedición, del hágalo usted mismo y del boom de libros autoeditados que estamos viviendo desde el 2012, cualquiera pensaría que lo más sencillo es publicar y vender, ser un escritor exitoso parece estar al alcance de un click; sin embargo, siendo honestos, un trabajo de autoedición exitoso implica mucho más que una simple herramienta de autoedición, debemos tener presente un buen argumento, desarrollarlo en una obra interesante, el trabajo de edición y corrección, la publicación y la promoción. Si llevamos esto al mercado de los libros electrónicos para niños, queda claro que debemos dar un esfuerzo extra para lograr que nuestro libro se venda entre un público que suele ser más exigente que el adulto.
El escritor de libros infantiles (al igual que cualquier otro escritor independiente) debe tomar en cuenta una serie de cuestiones antes de lanzarse de lleno en este tema, por ejemplo uno de los principales aspectos que debemos determinar es si vamos a publicar un libro electrónico para venderlo en una librería en línea o bien, si publicaremos un libro como aplicación que venderémos en una tienda de aplicaciones.
Otros aspectos que debemos considerar son con quién publicar, en dónde vender, determinar el costo del libro o aplicación con base en la tienda donde se venda nuestro producto, tener presente que los que generalmente deciden la compra son los padres, así que nuestra obra debe ir enfocada a dos frentes; por último, no olvidemos que el contenido debe ser el rey.
En Kite Readers se publicó una interesante infografía donde se tratan estos y otros aspectos; por ejemplo, si pensamos publicar un libro electrónico para niños, los padres esperan pagar hasta US$5.80; sin embargo, si lo que ofrecemos es un libro-aplicación, entonces los padres pagarán no más de US$3.50. Tampoco olvidemos que la producción de aplicaciones-libro han descendido del 17% al 6% en los últimos 3 años, mientras que los libros electrónicos han crecido tanto en la iTunes como en la Kindle Store.
