Los niños leen más en pantalla que en impreso

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Una verdad cruda y dura, que a muchos puede incomodar, pero a todas luces evidente: los niños leen más en pantalla que en impreso. Lo anterior es algo que ya se viene sorteando en distintos medios especializados en el tema y también ya les había hablado en este blog; sin embargo, de vez en vez resulta necesario voltear a los estudios para comprobar lo que ya sabemos y vemos todos los días.

Gracias a Jordi Serrano llego a este interesante informe elaborado recientemente por National Literacy Trust en el Reino Unido donde se entrevistaron a 35,000 niños entre 8 y 16 años, encontró que 39% de los entrevistados leen diariamente en dispositivos electrónicos mientras que sólo 28% sigue leyendo en formato impreso. Pero quizá uno de los datos claves arrojados en esta encuesta no es dónde se lee más, sino las preferencias de lectura, ya que 52% de los entrevistados señaló que les gustaría leer en una tablet, frente al 32% que señalaron el libro impreso como su formato preferido para la lectura.

Y vemos que hay una preferencia significativa por el formato de lectura dependiendo del género: las niñas, por ejemplo, todavía se inclinan por el impreso con el 68% de la preferencia, mientras que en los niños la preferencia por el formato impreso alcanza sólo el 54%.

Otro dato que también resulta interesante en este estudio es que quizá debamos a las pantallas el renovado gusto que tienen los más jóvenes por la lectura ya que, la lectura de libros electrónicos se ha duplicado en los últimos dos años, es decir, ha ido del 6% al 12%.

Ahora bien, ya sabemos que los niños en general prefieren las pantallas pero, ¿cuáles son los dispositivos más utilizados?

Por asombroso que parezca y a pesar de que algunos creen que los e-readers dedicados van de salida, lo cierto es que este tipo de pantallas aún tiene un lugar importante en la preferencia con el 36% de los chicos utilizando dispositivos de lectura dedicado, 23% prefieren una computadora y 23% un smartphone.

Veamos, ¿qué más podemos inferir de este estudio?

Una primera conclusión es que las editoriales deben plantearse seriamente el desarrollar más y mejores aplicaciones para los dispositivos de lectura, sean dedicados o no; también hacen falta más libros para este sector; porque es un hecho que los lectores más jóvenes están demandando contenidos para sus intereses.

Tampoco nos resulte extraño que incluso en el salón de clases se esté aprovechando esta preferencia que los niños tienen por las pantallas a la hora de leer y se vea en ellas una oportunidad inmejorable para la educación. De hecho, de acuerdo con el No. 7 de eSchool News, cada vez son más las escuelas en Estados Unidos que están cambiando los libros de texto por las tablets.

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