Los padres y la tecnología en este regreso a clases

Las últimas semanas de agosto siempre serán días difíciles para muchas personas por el regreso a clases: los niños, desde luego, dejan atrás los juegos y los paseos para volver a una escuela; los adultos, sufren nuevamente con el tráfico que genera la vuelta de millones y millones de niños a los salones de clase (eso es algo muy común en la Ciudad de México) y los padres, ¡ah! los padres tienen que sufrir el tráfico, andar a las carreras con sus hijos y, si esto no fuera suficiente, el gasto tan fuerte que representa el regreso de sus niños a la escuela.

Aunque en México tenemos un sistema de dotación de libros de texto gratuitos (editados con sendos errores de ortografía los de este ciclo escolar) que además son obligatorios en todas las escuelas tanto públicas como privadas de niveles preescolar y básico, los padres siempre tendrán que desembolsar para las colegiaturas, los uniformes, los útiles escolares, entre los que se incluyen libros que deben adquirir.

En muchos otros países los libros de texto en formato electrónico se están convirtiendo en opciones interesantes dentro de los sistemas educativos, en México creo poco probable que en el futuro cercano se planteen editar los libros de texto gratuito en dicho formato, de hecho, en la página de la Conaliteg (Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuito) informan que:

No se pueden consultar los libros de texto en línea debido a regulaciones relativas a los contratos de contenidos de los mismos, no disponibles para publicación electrónica. En futuros textos se contemplará este tipo de cuestiones.

Un futuro que, como ya lo mencioné, yo no veo tan cercano. Tampoco olvidemos que la tecnología no ha llegado a todos los rincones del país, así que pensar en libros de texto electrónicos puede resultar aventurado y precipitado cuando la conectividad y los dispositivos no son una realidad. Sin embargo, ¿cuál es la relación de los padres y la tecnología como una opción plausible para leer libros y para la educación en este regreso a clases? ¿qué pasa, por ejemplo, con la bibliografía en la que se incluye literatura clásica?

Las dos semanas pasadas vi cierta librería del Centro Histórico repleta de padres e hijos haciendo largas filas, esta librería maneja una gran sección de literatura clásica y me pregunto, ¿por qué no descargar estos libros en sitios como el Proyecto Gutenberg? Seguramente con esto de la brecha digital, muchas de las familias no cuentan con el equipo para buscar, descargar y leer estos libros pero, si volvemos al ya discutido tema de los teléfonos celulares como opción para la lectura en pantalla, entonces sí que se puede hacer algo para comenzar a introducir libros, si no de texto, si en lo que respecta a la literatura clásica que se encuentre en las bibliografías autorizadas.

En Estados Unidos, un país tan lejano en desarrollo y cercano en geografía al nuestro, los padres comienzan a pensar en la tecnología como parte importante de la educación de sus hijos. De acuerdo con una encuesta realizada por American Express en Junio de 2013 y a la que llego gracias a eSchool News, 50% de los padres de familia consideraban incluir entre las compras escolares algún dispositivo electrónico y eso no es todo, 70% de los padres informaron que actualmente sus hijos ya utilizan algún tipo de dispositivo: 44% tiene tabletas, 19% smartphones, 18% dispositivos de lectura dedicados. En cuanto al tema de los teléfonos celulares 64% pensaba adquirir un teléfono celular, de estos, 14% adquiriría un celular sencillo que bien puede servir para leer libros electrónicos. Acá la infografía:

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En México, de acuerdo con el documento Hábitos de los usuarios de internet en 2012, publicado por la AMIPCI, 40.6 millones de ciudadanos tenían acceso a internet (en el estudio de 2013 de habla de 45.1 millones) y el 58% lo hacía a través de un smartphone, es decir que el teléfono inteligente ha permitido el incremento en el acceso a internet. Si lo analizamos un poco más, los teléfonos inteligentes se pueden convertir en un punto de acceso importante no sólo a internet, sino también a la lectura en pantalla, especialmente entre aquello estudiantes cuyos padres invierten grandes cantidades en libros, algunos de estos se pueden descargar de manera gratuita y legal en distintos sitios, especialmente los de literatura clásica, como ya lo mencionaba en párrafos anteriores.

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