Siempre resulta útil aterrizar las ideas y, si en este blog pretendo hablar del universo del libro electrónico, con especial énfasis en lo que ocurre en México y América Latina, lo más natural es comenzar a hablar un poco del panorama editorial en materia de libros electrónicos en México, ¿en dónde estamos parados? ¿hacia donde vamos? ¿qué falta? ¿qué esperamos?
A pesar de que el e-book tiene ya 4 décadas de existencia, su introducción al sector editorial ha sido más bien lenta; se podría afirmar que la llegada del primer Kindle al mercado (no necesariamente editorial) en 2007 fue un parteaguas que otros dispositivos de lectura previos estaban intentando alcanzar con poco o mediano éxito; desafortunadamente en México, la adopción de este nuevo formato ha sido todavía más lento y con más renuencia por parte de editores, escritores e incluso lectores.
Si bien es cierto que el mercado va bastante lento, algunos han dado sus primeros pasos y desde luego, tenemos que aplaudirlos al ser los cimientos de un mercado del que se espera mucho en el país:
En Marzo de 2010 llegó el Sony Reader PRS 300 (edición pocket), convirtiéndose así en el primer dispositivo de lectura en México. Esta incursión fue más bien fallida, porque con menos de un año Sony retiró su dispositivo de lectura del mercado mexicano sin mayor explicación. Al parecer, Sony ha sucumbido a la fiebre de las tablets y prefierió darle cabida a la Sony Tablet en el mercado y dejar por la paz, al menos en México, el tema del e-reader.
En Julio de 2010 México se convirtió en el primer país de América Latina donde se distribuyó el iPad y, aunque todo apuntaba a que con ello los e-books entrarían finalmente y de lleno al mercado mexicano, la oferta en la iBook Store aún es escasa y no es posible comprar libros.
Se puede afirmar que el esqfuerzo más interesante es el de Librerías Gandhi que en septiembre de 2010 pusieron a la venta el Cybook Opus y también fueron los primeros en poner a la venta libros electrónicos en su tienda en línea. Actualmente le siguen apostando a este mercado con una oferta cada vez mayor de libros electrónicos, así como con la distribución del Papyre, dispositivo de lectura de la empresa española Grammata.
Hablando del Papyre, cabe mencionar que comenzó a ser distribuido en México a partir 2011 y actualmente se comercializa, como ya lo mencionamos, en Gandhi y las librerías del Fondo de Cultura Económica, además de otras tiendas departamentales como Liverpool y Sanborns. Por su parte, Grammata inauguró recientemente (enero 2012) su tienda electrónica para México, lo que la convierte junto con la tienda de e-books de Gandhi, en las primeras ofertas reales de libros electrónicos en México.
Por otro lado, algunas editoriales y universidades también están comenzando a incursionar en el mundo del libro electrónico, tal es el caso del Fondo de Cultura Económica –una de las editoriales más grandes e importantes de México– que actualmente cuenta con una pequeña oferta de libros electrólnicos, 235 títulos al día de hoy y que poco a poco va creciendo, que pueden ser leídos en cualquier dispositivo con formato ePub y Adobe Digital Editions, así como un pequeño catálogo en formato .mobi para ser descargado en el Kindle (aproximadamente 100 títulos).
En el caso de las universidades, dos son las que se han puesto a la cabeza: el sistema de Bibliotecas del Tec de Monterrey es hasta ahora la primera institución en donde se prestan e-readers (Kindle). Por su parte, la UNAM, la universidad más importante de México y una de las más importantes de América Latina (y mi alma mater), lanzó a finales de 2011 “Toda la UNAM en línea”, es decir, un portal donde estarán en línea y con acceso gratuito todas sus publicaciones, bases de datos y materiales educativos.
Por último, no podemos pasar por alto aplicaciones para distintos dispositivos móviles. No es de sorprender que la primeras incursiones sean precisamente de aquellos que ya están haciendo algo en materia de libro electrónico: tanto el Fondo de Cultura Económica como Librerías Gandhi cuentan actualmente con una aplicación para iPod.
Como se darán cuenta, no es mucho comparado con otros países precursores del e-book; sin embargo, el recuento anterior representa un buen ejemplo de lo que puede llegar a ser el libro electrónico en México si los involucrados en el sector editorial se interesan en conocerlo y promoverlo.
Foto vía: Clonen Milkmen
