El libro Lectoescritura digital, publicado en 2019 por el Ministerio de Educación y Formación Profesional del Gobierno de España y de acceso gratuito, nos habla sobre las distintas prácticas lectoras que actualmente son posibles gracias a los avances tecnológicos y la disponibilidad de pantallas y dispositivos móviles casi en cualquier lugar y momento; pero es también un documento que nos propone no disociar al ejercicio de la escritura de este proceso, algo que ocurre muy a menudo.
Se analiza la forma en que cambia nuestra concepción de lectura gracias a las pantallas y lo digital. Y, aunque existen muchos estudios sobre como se están transformando las prácticas de lectoescritura, no existen los suficientes y tampoco son lo concluyentes que esperamos.
Se habla también de las ventajas de la lectura en pantalla, por ejemplo, la incorporación de elementos multimedia, los enlaces que organizan los contenidos, la publicación de un texto en constante evolución, flexible, editable y adaptable a distintas necesidades. Sin embargo, estas mismas características y ventajas pueden generar desconfianza sobre el rigor y la autoría de todos estos textos. Es un texto que habla de las características y ventajas de la lectoescritura digital, pero no por ello pasa por alto el ruido que puede poner en riesgo la veracidad de los contenidos que se consumen diariamente.
Por otro lado, se presentan algunos indicadores de forma y contenido que debemos tener presentes al momento de evaluar estos materiales, al menos aquellos que estarán destinados al estudio, aunque esto no excluye de ninguna manera que se puedan aplicar a la lectoescritura fuera del ámbito escolar.
Este libro analiza también la cada vez más creciente narrativa transmedia que poco a poco van diluyendo las diferencias entre la producción y el consumo de los contenidos culturales. Por este motivo es que resulta particularmente pertinente que este libro aborde no sólo la práctica lectora, sino también la escritura en el ámbito digital. Por otro lado, se insiste en la educación como un aspecto necesario para pasar de meras ocurrencias creativas a comunidades creadoras de contenidos, tomando en cuenta que además de creadores, los lectores son actualmente los principales promotores de la lectura al establecer un diálogo horizontal y cercano con otros lectores para animarlos a leer o a crear contenido.
En fin, un libro altamente recomendado para conocer las distintas prácticas de lectoescritura y entender que estamos en medio de un proceso que no ha parado desde hace más de 6000 años.