El miedo a la piratería es una cosa pero, ¿qué hay del miedo a compartir contenidos?

Así comienza un artículo titulado Does e-book sharing create economic damage? (¿Compartir e-books daña a la economía?) escrito por Edward Nawot­ka para Publishing Perspectives y donde hace un análisis de la intervención de Gerd Leonhard durante el World e-Reading Congress 2012 donde habla precisamente del futuro del e-book y donde también asegura que dicho futuro se centrará en el acceso y no en la propiedad del contenido.

De acuerdo con Leonhard el futuro del libro electrónico esta en la posibilidad de que sea rentado, como si de un Spotify de libros se tratara, aunque son pocos los ejemplos, se espera que las editoriales se den cuenta que ahí es donde está el negocio, por ejemplo, actualmente en nuestro idioma tenemos 24Symbols que fue lanzada en España precisamente con este lema.

Y en ello se deben empeñar todos los actores en la cadena del libro (escritor, editor, distribuidor, librero) para hacer posible en un futuro que más gente consuma libros electrónicos aunque no necesariamente los adquiera. Para ello, es necesario que estos actores entiendan que compartir el contenido no daña a la economía, por el contrario, Leonhard afirma que la gente está dispuesta a pagar, siempre y cuando el contenido sea el correcto, por ende, se hace cada vez más necesario que la industria editorial comience a replantearse el tema de la piratería desde otra perspectiva que puede ser la de ofrecer contenido de calidad y con toda la facilidad que el usuario requiera.

Con esta intervención de Leonhard vemos como una vez más se insiste en el tema de la piratería y lo inútil del DRM, que no hace más que poner trabas a los usuarios dispuestos a comprar e, incluso, puede orillarlo a descargar contenido en sitios ilegales. Recordemos que “la ocasión hace al ladrón“, y lo que la industria editorial quizá no ha entendido es que con tanto miedo y piratería mal entendida lo que pueden estar haciendo es “propiciando la ocasión.”

Volviendo a la pregunta que abre este post, ¿compartir contenidos constituye una amenaza para la industria? La respuesta, como podrán imaginar, es NO. Por ejemplo, Amazon afirma que el Kindle Owners’ Lending Library su programa de préstamo de libros electrónicos aumenta las ventas de los mismos. Algunas otras empresas han experimentado también con el préstamo o renta de libros con resultados similares, es decir, los usuarios rentan los libros y terminan comprándolo o adquiriendo otras lecturas de la misma temática.

Deja un comentario