
Recientemente la Frankfurter Buchmesse publicó el informe Audiobooks: taking the world by storm (Audiolibros, tomando al mundo por asalto) un informe elaborado por Linda Lee que da cuenta del impresionante crecimiento y aceptación que están teniendo los audiolibros a nivel mundial.
Este informe desmenuza además algunas de las características que están permitiendo que dicho crecimiento haya sido constante en los últimos cinco años y que actualmente tenga a la nada despreciable cantidad de 500 millones de lectores en todo el mundo. Nos ofrece también una imagen muy interesante de los consumidores de estos contenidos.
¿A qué se debe este crecimiento?
De acuerdo con este estudio son varios los factores:
- En primer lugar está una mayor oferta de títulos. De hecho, son varias las editoriales que están abriendo divisiones para este segmento.
- También podemos mencionar el crecimiento de las distintas plataformas de suscripción o streaming que, por una suscripción mensual o anual pueden acceder a una oferta ilimitada de contenidos.
- Pero además encontramos que el audiolibro está llegando a usuarios a través de plataformas que en otro momento no se hubieran considerado para este segmento. Por ejemplo, Spotify o Apple Music tiene a varios usuarios que están escuchando audiolibros. No olvidemos en este punto a los podcast y la gran puerta de entrada que están representando para los audiolibros.
- Los dispositivos están jugando un papel fundamental. En el caso del smartphone (el más utilizado para este formato) al ser casi omnipresente, permite que un lector escuche audiolibros en cualquier lugar, momento y en modo multitarea, una característica que no encontramos en otros formatos de lectura.
¿Qué ocurre con las prácticas lectoras?
Sin duda este es el aspecto a tomar en cuenta por las editoriales y las plataformas de distribución de audiolibros, pues sólo comprendiendo las prácticas lectoras, identificarán quién consume estos contenidos y lograrán entender sus intereses y necesidades lectoras.
Los lectores de audiolibros son en su mayoría lectoras jóvenes de entre 18 a 44 años con preferencia por la Ficción y los audiolibros de autoayuda.
¿El Covid-19 y el confinamiento han influido en la lectura de audiolibros?
Tal como otros estudios señalan –como es el caso de Mujeres que leen y el informe de Bookmate, por mencionar un par de ejemplos–, la pandemia y el confinamiento han moldeado de manera importante la forma en que los usuarios leen y el acceso a estos materiales. Desde luego, la lectura a través de audiolibros no ha sido la excepción. Lo anterior debido a dos razones principales: 1) como un modo de afrontar los días de confinamiento, y 2) la falta de acceso a libros físicos ante la imposibilidad de adquirirlos en las bibliotecas o librerías.
Quizá el dato más interesante es que el tiempo destinado a la lectura de audiolibros ha dado un giro; previo a la pandemia, se leía principalmente por las mañanas y durante los traslados al trabajo o la escuela; actualmente, el tiempo destinado a los audiolibros varía desde muy temprano para comenzar el día, pequeños descansos durante el día y antes de ir a la cama.
¿Y a futuro?
En lo personal una mayor oferta de títulos en español y más bibliotecas ofreciendo estos contenidos. De acuerdo con este documento, también podemos esperar la mejora en la calidad de producción (incluida la narración) y usabilidad de estos contenidos y, desde luego, el acceso a las plataformas de suscripción sigan ganando terreno frente a la compra individual de audiolibros. Los podcast también seguirán ganando terreno en el mundo de los audiolibros, como lo hemos venido viendo en el último par de años.
Conclusiones
Si bien es cierto que los audiolibros se encuentran en un tercer lugar entre los formatos de lectura, también es cierto que es el único que ha mantenido un crecimiento constante en los últimos cinco años.
Y aunque hay quienes aseguran que el mercado de audiolibros es incipiente en México; este tipo de estudios sirven para que las editoriales no desdeñen este formato. De hecho, la llegada de plataformas de audiolibros como es el caso de Storytel en 2018, Bookmate y, recientemente, la tienda de audiolibros de Kobo, es una muestra de que México es un mercado con potencial de audiolectores.
Por último, las bibliotecas tampoco pueden desestimar el acceso a los audiolibros y, como señala Steve Potash, CEO de Overdrive, las bibliotecas son la entrada al audiolibro para ese 90% de usuarios que nunca han leído en este formato y pueden volverse clave en ayudar al crecimiento del audiolibro; además de permitir el acceso a sectores de la población que, por distintas razones, no pueden acceder a libros físicos o electrónicos.