Aunque a veces, mientras leemos nuestros feeds, los diarios o los diferentes contenidos vertidos en las tantas redes sociales que existen hoy en día, nos da la impresión de que se habla mucho sobre el libro electrónico (e-book) y que todo parece ser libro electrónico; de hecho, podemos afirmar que los libros electrónicos comenzaron a vivir un boom a partir del año 2007 con la llegada del primer Kindle al mercado; boom que a pesar de que parece que es muy reciente, en realidad está haciendo justicia a lo que comenzó Michael Stern Hart (1947-2011) cuarenta años atrás (1971) cuando tuvo la visión de poner al alcance de todos y de manera gratuita todos los libros, dando origen así a lo que hoy todos conocemos como libro electrónico y que, por aquel entonces, recibía el nombre de eText. En los inicios pocos, quizá el mismo Hart incluido, imaginarían que 4 décadas después el libro electrónico estaría poniendo de cabeza no sólo al sector editorial, sino a todos los que de alguna manera nos involucramos con el mundo del libro: editores, escritores, libreros, bibliotecarios, documentalistas y, por supuesto, también los lectores que son los que realmente importan en el panorama del libro.
40 años después parece entonces que todo gira en torno al e-book y a lo que se relacione con la lectura en pantalla (e-readers, tabletas, smartphones, internet, computadoras de escritorio y portátiles); sin embargo, también es importante mencionar que son pocos los espacios que abordan este tema en específico y especialmente si nos referimos al mercado editorial en México y América Latina, mercados que (con algunas excepciones) aún son renuentes a aceptar y propiciar la entrada de libros electrónicos; por tal motivo, creo conveniente abrir este espacio de reflexión sobre lo que ocurre con esta “nueva” forma de lectura que a muchos tiene entusiasmados y a los más, desorientados y asustados.
Muchos son los temas que nos ocupan y preocupan cuando de libros electrónicos se trata, así que convendrá hacerles un espacio en este “espacio” para reflexionar sobre ellos: DRM, diferentes dispositivos de lectura (e-readers), lectura social, tabletas, editoriales, autoedición, escritores; también y como no puede faltar, habrá algunas recomendaciones de lectura que, desde luego, será lectura de libro electrónico.
Bienvenidos pues a Leer en pantalla, espero se convierta en un espacio útil para los y las que lo visiten; espero asimismo sus comentarios y sugerencias.
Buena singladura!
Muchas gracias Eduard, esperemos así sea =)