Como hemos visto en los últimos años, el crecimiento de los audiolibros ha sido imparable y cada vez se establece más como un formato reconocido y válido de lectura entre las y los distintos lectores de todo el mundo. Si bien es cierto que la oferta de títulos es cada vez mayor y que cada vez es más probable encontrar ese libro que te interesa en formato audiolibro, ésta aún no es suficiente ni se equipara con el formato impreso o electrónico.
De hecho, lo habitual es encontrar en versión audiolibro sólo aquellos títulos de autores reconocidos, que están en la lista de best sellers o novedades editoriales. Es decir, que a pesar del gran auge y renombre que están teniendo los audiolibros, no todos los títulos que se publican y menos aquellos con años en los catálogos editoriales tendrán su versión en este formato, a menos quizá que se trate de un clásico.
En 2018 Google lanzó su tienda de audiolibros (algo tarde, si consideramos que otros que ya llevan años jugando en la escena de los audiolibros); sin embargo, teniendo presente lo anterior, es que Google Books está trabajando en las narraciones generadas automáticamente para convertir todos los libros electrónicos que ofrece a través de su aplicación de lectura a Audiolibros.
Para lograr convertir libros electrónicos a audiolibros ha estado trabajando en la mejora de la tecnología “texto a audio” (text-to-speech, también conocida como TTS), misma que a inicios de este año ya había lanzado con el Cloud TTS disponible para que los desarrolladores explotaran esta funcionalidad en las distintas aplicaciones.
Esta propuesta de convertir libros electrónicos a audiolibros me remite inmediatamente al lejano año 2009 cuando Amazon ofreció esta misma funcionalidad en la segunda generación de sus dispositivos Kindle y los autores y editores en Estados Unidos demandaron retirar esta opción argumentando que se vulneraban los derechos de autor.
Quizá teniendo en mente esta situación y la mala recepción que también tuvo en su momento su proyecto de digitalizar todos los libros, es que Google está en negociaciones con las editoriales de Estados Unidos y Reino Unido que tienen los derechos de autor para que la opción de convertir libros electrónicos a audiolibros sea una realidad a inicios del años próximo. Mientras tanto, esta funcionalidad aún se encuentra en fase beta.
El permitir que el usuario tenga la opción de convertir libros electrónicos a audiolibros, me remite también a todos aquellos usuarios débiles visuales y ciegos que, en su mayoría, aseguran que prefieren esta tecnología frente a un narrador profesional. Sin duda la tecnología TTS ha avanzado mucho; sin embargo, las lecturas siguen siendo planas y esta es precisamente la característica que muchos lectores de audiolibros buscan: que no haya una intervención o lectura demasiado interpretada como sucede con muchos de los narradores de audiolibros.
Independientemente de que un usuario prefiera una lectura humana o una lectura artificial, lo cierto es que la funcionalidad que permite convertir libros electrónicos a audiolibros resulta no sólo útil, sino muy necesaria entre un importante sector de lectores.
