La agencia de noticias Notimex anunció el 3 de agosto pasado que, de acuerdo con Intel (empresa de tecnología), el mercado de apps crecerá un 37% anualmente entre 2013 y 2016, lo que dejará una ganancia de 75 mil millones de dólares a finales de 2016.
De igual manera, resulta interesante saber que gracias precisamente a los dispositivos móviles, en México seremos cerca de 65 millones de personas conectadas a Internet al finalizar 2015 y se proyecta un crecimiento similar para el resto de países en América Latina. Por cierto, en 2013 y de acuerdo con la AMIPCI éramos 51.2 millones de mexicanos conectados a la red lo que representó un crecimiento de 13% en comparación con 2012 y, de hecho, 5 de cada 10 usuarios (49%) se conectan a internet a través de un teléfono inteligente, 20% lo hacen a través de una tableta y 18% lo hacen a través de algún otro dispositivo móvil. Así que, no es difícil imaginar que, conforme crece el número de usuarios conectados, especialmente de aquellos que lo hacen a través de un dispositivo móvil, crece también el uso de aplicaciones, mismas que son tan diversas como las necesidades e intereses de los usuarios.
Pero más allá del crecimiento de aplicaciones y de las ganancias que estas representan, lo que debe interesarnos especialmente es cómo impactan estos datos en el tema de la lectura en pantalla; aunque en el reporte de Informex no se hace mención a aplicaciones de lectura y/o compra de libros electrónicos, lo cierto es que debemos prestar especial atención en el tema, el informe menciona que “gracias a la tecnología existe una aplicación casi para cada necesidad del usuario…” sin embargo debemos preguntarnos, ¿este 37% de crecimiento anual de aplicaciones tendrá un impacto directo en los hábitos de lectura en México? ¿cuántas aplicaciones de lectura se descargan actualmente?, ¿se incrementará también la adquisición de libros? ¿se incrementará la lectura en nuestro país?
Así que hablar del crecimiento de las aplicaciones no nos debe importar sólo por las ganancias económicas, sino por la oportunidad que tanto dispositivos móviles como aplicaciones, representan para la lectura en pantalla.