¿Cómo citar libros electrónicos?

Ejemplo de una ficha catalográfica.Vía: Proyecto Rivas Moreno

Un tema que se menciona poco cuando hablamos del libro electrónico y que, por mi formación bibliotecaria es obvio que me interesa, es el de ¿cómo citar los libros electrónicos? y también ¿cómo catalogarlos?

El que el libro electrónico sea un archivo “intangible” donde no nos es posible incluso, mencionar el número de la página que queremos citar sólo una de las cuestiones que tenemos que enfrentar. Pero esto no es exclusivo de lectores que desean citar sus e-books; esto se vuelve un tema sensible también para los bibliotecarios a la hora de querer catalogar y clasificar la colección electrónica.

El tema alcanza también a los editores quienes afirman que, de acuerdo con un estudio realizado entre febrero y abril de este año por el Grupo de Estudio de la Industria del Libro (BISG, por sus siglas en inglés), el 95% de ellos han encontrado que los metadatos de sus e-books han sido alterados y esto se hace visible en las librerías electrónicas, entre las que se encuentran las tres grandes de la distribución de libros electrónicos: Amazon, Barnes & Noble y Apple; aunque no se sabe bien a bien en qué parte de la cadena ocurre la alteración (el editor, el que convierte el libro al formato electrónico, el distribuidor, la librería).

Es importante reconocer que los metadatos de un libro nos permiten saber de qué trata, quién lo escribió y conocer otros datos que tienen como principal objetivo que éste sea encontrado; sin embargo, también resulta imprescindible entender que un libro electrónico no requiere exactamente los mismos metadatos que su hermano el libro impreso. Ante los resultados obtenidos por BISG, ven la necesidad de presentar algunas recomendaciones en su próximo estudio sobre cómo presentar los metadatos.

Volviendo a los lectores, entre los que se encuentran estudiantes, docentes e investigadores, el tema de elaboración de bibliografías y citas de libros electrónicos es prioridad. Por la naturaleza del libro electrónico, hay ciertos datos imposibles de ubicar, el principal es el de la paginación, de hecho algunos lectores ya se han quejado respecto a esto, como es el caso de Sarah Lacy en su artículo Why the Kindle Is Losing Me; sin embargo, existen varias normas bibliográficas que nos dan una luz en el asunto y, de hecho, en los comentarios al post se mencionan:

Chicago Manual Style
Libros publicados electrónicamente

Si un libro se encuentra en más de un formato, cite la versión consultada. Para libros consultados en línea, incluya el URL; incluya la fecha de acceso si su disciplina o editor lo requiere. Si no hay paginación, puede incluir el título de la sección, capítulo o cualquier otro número relevante.

Ejemplos
Austen, Jane. Pride and Prejudice. New York: Penguin Classics, 2007. Kindle edition.
Kurland, Philip B., and Ralph Lerner, eds. The Founders’ Constitution. Chicago: University of Chicago Press, 1987. Accessed February 28, 2010. http://press-pubs.uchicago.edu/founders/.

Cómo citar conforme a la MLA (Modern Language Association)
Apellido,Nombre. Título: subtítulo. Edición. Lugar de publicación: editorial, año. Nombre de la base donde fue consultado. Web. Fecha de acceso.

Ejemplo:
Roush, Chris. Inside Home Depot: How One Company Revolutionized an Industry through the Relentless Pursuit of Growth. New York: McGraw, 1999. ebrary. Web. 4 Dec. 2005.

Existen también las normas de la APA (American Psichology Association) y muchas otras que nos pueden ayudar a citar nuestros libros electrónicos.

Por último, por obvias razones, el caso de los bibliotecarios y documentalistas, es muy distinto y se asemeja hasta cierto punto al caso de los editores. Los bibliotecarios tenemos a mano las RDA (Descripción y Acceso al Recurso), sucesoras de las RCAA2 (Reglas de Catalogación Angloamericanas 2a ed.) y lanzadas en 2010. A diferencia de las RCAA2 que atendían en su gran mayoría al universo bibliográfico impreso, las RDA surgen con una necesidad de dar respuesta a los nuevos formatos, incluyendo los recursos bibliográficos en formato electrónico.

Las RDA han sido implementadas en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos y se espera que para el 2013 ya la hayan adoptado la Biblioteca Nacional de Inglaterra, la Biblioteca Nacional de Australia, entre otras.