¿Eres escritor y todavía no has encontrado la manera de ver publicada tu obra? Seguramente con todo lo que se ha dicho sobre la autoedición quizá te estés convenciendo de que puede ser una buena opción, aunque seguramente aún tengas muchas dudas al respecto, y es que la decisión de ir como independiente no es sencilla para nadie; sin embargo, con el auge que tiene actualmente la autoedición lo extraño sería que a estas alturas no lo hayas considerado. En fin, que siempre es necesario un empujoncito, alguien que nos diga los pros, así que en el blog eBook Friendly publicaron las 10 principales razones para la autoedición, una infografía resultado de las reflexiones de APE: Author, Publisher, Enterpreneur, una guía de autopublicación escrita por Guy Kawasaki.
- Control del contenido y del diseño: en la autoedición el escritor es libre del contenido y de cómo lo presenta.
- Tiempo de venta: una vez que el escritor ha finalizado su obra, la venta es casi inmediata; mientras que a una editorial le toma entre 6 y 9 meses poner un libro en los anaqueles.
- Longevidad, es decir, el escritor autoeditado decide por cuánto tiempo hacer publicidad a su obra y mantenerla en las librerías.
- Revisiones: el autor puede hacer tantas revisiones como considere necesarias y los lectores siempre tendrán contarán con la versión más actualizada. Muchos ven en esto un problema pues consideran que no es positivo que la obra esté cambiando todo el tiempo y que el lector no tenga control sobre la obra que compró originalmente; sin embargo, no deja de ser una buena razón para publicar de manera independiente.
- Regalías: el autor gana más por su obra que el autor que está con una editorial; sin embargo, no olvidemos que el trabajo de publicidad debe ser arduo.
- Control sobre el precio final: va de la mano con el punto anterior, el autor decide cuánto costará su libro, incluso puede ponerlo en descarga gratuita o bajar el precio por periodos cortos para permitir que más lectores conozcan su obra.
- Distribución global: el autor no está restringido por fronteras, vende a quien quiera y donde quiera.
- Control de derechos de autor en otros países: si la obra alcanza popularidad, editores en otros países pueden interesarse en comprar los derechos de tu obra; en este caso puedes hacerlo sin tener las restricciones de una editorial.
- Estadísticas: aunque las editoriales ofrecen números a sus autores, lo hace semestralmente, si bien le va al autor. Por el contrario, el autor independiente puede obtener estadísticas en tiempo real, si su libro se vende hoy, hoy mismo conoce ese dato.
- Flexibilidad en las negociaciones: no estás restringido a que tu obra pase por distribuidores, puedes decidir entre distintas tiendas en línea, organizaciones, en tu propia página personal, distribuidores o todos a la vez.
Ya está, quizá esto te ayude a lanzarte de lleno a la autoedición.
Vía: Ebook Friendly.
¡Muy buen artículo! Hoy en día, cada vez son más los autores que se autopublican en plataformas digitales (además, algunas como Amazon tiene también su propio servicio de “print on demand”), aunque desgraciadamente todavía sigue habiendo bastantes prejucios (al menos en España, nos da que en USA, por ejemplo, la cosa está mucho más avanzada y se ve de forma más natural).
Pues yo sólo he vuelto a ver, por enésima vez, los típicos inconvenientes de autoeditarse, la verdad… eso sí: como siempre “vendidos” como si constituyeran algún tipo de ventajas frente a la edición profesional.
Vamos, que además de que es el propio autor quien tiene que pagar la edición, al contrario que en una auténtica editorial, no tiene quien lo pueda orientar para mejorar un contenido, es él el que tiene de diseñar su libro (las editoriales cuentan con profesionales para la diagramación, composición y maquetación), distribuirlo, promocionarlo y, por supuesto, “comerse” la cantidad de ejemplares que le van a sobrar de un enjendro nacido así. No tiene a nadie que sepa definir una política de precios coherente, que lo avale ante distribuidores profesionales (a los que ningún autor autopublicado va a llegar), que sepa negociar derechos ante otros editores posiblemente interesados en la obra, etc.
Eso sí: se le anima a que lo vaya repartiendo él mismo. Pero ¿de verdad cree alguien que así va a obtener mas regalías que mediante una estructura de profesionales del sector? Desde luego, ganará más por cada ejemplar que logre vender -no colocar en el mercado-, pero ¿cuántos venderá por sí mismo?
Y, al lado, las habituales falacias sobre la edición profesional. ¿Desde cuándo una obra que sale de la imprenta tarda “entre 6 y nueve meses” en estar en los anaqueles? ¡pero si es cuestión de unos días! ¿Realmente pretenden convencernos de que un autor, solamente por sí mismo, alcanzará una distribución más amplia que una estructura de empresas -editores, distribuidores, libreros- profesionalmente dedicadas precisamente a eso, a difundir las obras? ¿Control propio de derechos de autor? No me hagan reir… Por cierto ¿a que se refieren al decir “las restricciones de una editorial”, cuando las editoriales lo que intentan es, precisamente, colocar sus productor en un mercado cuanto más amplio?
En fin… son tantas cosas las que se podrían seguir comentando… Encima, de todo esto nos quiere convencer alguien que ni tan siquiera ha escrito en correcta ortografía española el titular de su artículo…
Lo que más me mosquea de todos los que promoviendo la autoedición en realidad sólo buscan hacer su propio negociete: que, encima, cada vez con más descaro, emplean el típico lenguaje embelesante del timador, que, a buen observador, bastaría para ahuyentar sin esperar a ver los pobres resultados consabidos en el advenedizo oportunista, que siempre tendrá algún incauto del que echar mano.
Señor Pincho: Seguramente usted pertenece al mundo editorial, del lado de los que comercializan los libros. Déjeme decirle que yo también pertenezco al mismo mundo. Pero de editores pequeñas e independientes. Las personas pueden publicar y pagar por la edición de su libro, pero siempre se les sugiere que pase por al menos una corrección de estilo y en nuestra pequeña empresa tenemos personal capacitado para hacer nuevamente la corrección de estilo y recomendar el contenido adecuado, amén de los precios y las negociaciones que se necesiten hacer. La asesoría existe, y es muy adecuada, créame, no dejamos que las personas publiquen así, a la “mera bulla de los cocos” como se dice en Colombia.
Salud y pesetas,
Ana María – Penélope
La autoedición trae buenas ventajas. La única desventaja es que algunos premios no te tienen en cuenta, pero qué se le va a hacer. A veces eso tampoco importa.
Me gustaron todas las ventajas que publicaste.
En especial aquella de que puedes poner a tu libro a la venta en varios medios, eso hago yo con mi libro autoeditado de poemas. Lo único es que no lo corregiré más, porque esto se vuelve una manía.