Hace unos días les platicaba sobre la lectura, los videojuegos y la forma en que las pantallas han llegado para poner en jaque nuestros conceptos sobre los distintos formatos de lectura. Sin embargo, el tema se torna más peliagudo cuando la tecnología pasa de la simple oferta de formatos de lectura a convertirse en creadora de arte y contenidos, por ejemplo, los robots y la literatura en los que se utiliza la Inteligencia Artificial para que los robots se conviertan en escritores.
Los robots y la literatura: los ejemplos
Seguro habrá aquellos que cuando se les habla de los robots y la literatura, con una sonrisa condescendiente aseguren que esto no es posible y que eso sólo se queda en los libros de ciencia ficción; habrá quienes, por otro lado y no sin un dejo de indignación, aseguren que no es posible que los robots escriban y que lo que sea que ellos producen no puede ser llamado literatura. A pesar de la reticencias que el tema pueda generar es un hecho que desde hace tiempo se viene ensayando sobre este tema utilizando la Inteligencia Artificial. En este post les platicaré de dos ejemplos muy recientes en los que se está experimentando con los robots y la literatura.
Poet on the Shore es un robot diseñado por Yuxi Liu como parte de su tesis de Maestría en Diseño Informático en la Universidad de Edimburgo. Este robot poeta viene equipado con 4 llantas que le permiten salir a “caminar” a la playa a buscar inspiración para sus versos.
Disfruta observando el océano, escuchando el sonido de las olas golpeando la playa, el murmullo del vieno, la plática de los niños y el incesante trinar de las aves. La mayoría de las veces deambula solo, escucha y siente. En ocasiones escribe versos en la arena y observa como los borran las olas.
De acuerdo con Yuxi Liu, Poet on the shore cuenta con sensores que le permiten percibir el mundo que lo rodea, descubrir patrones y crear asociaciones en su… ¿mente? Creo que queda mejor procesador. Todo esto le sirve como inspiración para escribir sus efímeros versos.
Poet on the Shore from Yuxi Liu on Vimeo.
Por otro lado, tenemos a RADAR (Reporters and Data and Robots) un proyecto de la Associated Press, la agencia de noticias inglesa, que recibió US$807,000 en la tercera ronda de la iniciativa Google’s Digital News. El proyecto RADAR es un sitio colaborativo entre humanos e IA para producir noticias diarias.
Combinando la experiencia editorial y la automatización y aplicándola a la creciente oferta de datos abiertos y sofisticadas herramientas de distribución, RADAR proporcionará una mejora importante para el ecosistema digital de noticias locales… Esto proveerá un impulso significativo a la industria local de medios de comunicación en una época en la que los presupuestos están bajo presión, pero al mismo tiempo el interés del público en noticias locales es cada vez más alto.
Seguramente este tipo de iniciativas ponen nervioso a más de un escritor o periodista humano (aquí si cabe la aclaración) ante la amenaza de ser suplantado por un robot; sin embargo, de acuerdo con Pete Clifton, editor de Associated Press:
Los periodistas calificados aún serán vitales en el proceso; RADAR nos permite aprovechar la Inteligencia Artificial para escalar el volumen de noticias que sería imposible proporcionar de forma manual.
Los robots y la literatura… y las interrogantes
¿Es posible llamar a esto literatura? ¿es posible llamar a esto periodismo? Yo que siempre lo he tenido claro en cuanto a formatos de lectura se trata, aún lo sigo pensando cuando se habla de robots escritores, así que mientras escribo este post me vienen varias preguntas a la mente.
Sin duda, estos proyectos nos ponen sobre la mesa una serie de profundos cuestionamientos no únicamente sobre lo que es un robot, sino sobre la calidad de su trabajo y si puede estar al nivel del realizado por los humanos; pero más importante, si los avances en la Inteligencia Artificial podrían acortar realmente la diferencia entre un humano y un androide, y en ese caso qué nos definiría realmente como humanos.
Un tema que la literatura de ciencia ficción ha venido planteando desde hace varias décadas (por ejemplo Yo robot o El hombre bicentenario, ambos de Asimov publicados en 1950 y 1976 respectivamente), pero que proyectos como Poet on the Shore o RADAR nos indican que quizá no esté tan lejos.
Independientemente de las interrogantes, miedos, reticencias o entusiasmos que nos genere, no deja de ser interesante el desarrollo de estos y otros proyectos similares en los que los robots están ayudando a crear contenidos.
¿Estaremos leyendo en un futuro libros escritos por robots?
* Imagen vía: Poet on the shore.
Visto originalmente en Universo de Letras y TNW.