El préstamo de e-books puede terminar en compra

El préstamo de e-books puede terminar en compra

Imagen vía: Nam-Ban

Uno de los grandes problemas y principales quejas que enfrentamos los bibliotecarios y, en general, los usuarios de libros electrónicos, es la imposibilidad de prestarlos. Las editoriales y sus DRM se han empeñado en hacer al libro electrónico algo que podemos leer, pero no podemos poseer y, desde luego, al no ser nuestro-nuestro nos vemos incapacitados para prestarlos.

Pues bien, las editoriales siguen creyendo que si liberan al libro de todos sus candados y permiten que sea prestado, sus ventas se verán afectadas, por un lado y,  por el otro, aumentará la piratería; ambos prejuicios resultan por demás absurdos pues los lectores y las bibliotecas siempre han prestado libros y eso nunca ha representado un problema para los ingresos de las editoriales; de hecho, ha ocurrido exactamente lo opuesto, pues son las bibliotecas y los mismos lectores quienes han jugado un papel importante como promotores de libros.

Sin embargo, esto no ha convencido a las editoriales para hacer más sencillo el préstamo de los libros; si bien es cierto, que intentos existen como es el caso del Kindle Owners Lending Library de Amazon que permite a los usuarios premier prestar sus libros; lo cierto es que este proceso no es el ideal y tampoco se encuentra en todos los países. Las bibliotecas por su parte, no logran solucionar este tema y se siguen viendo asfixiadas por licencias en las que todos salen perdiendo, incluso las editoriales.

¿Por qué lo menciono?

Es absurdo pretender que el libro llegue a los lectores exclusivamente a través de la compra; el préstamo es, sin lugar a dudas, una puerta de entrada al libro que es, a su vez, una puerta que puede terminar en compra. Aunque no es noticia nueva, siempre son bienvenidos los estudios que lo demuestran una y otra vez; sólo así podemos esperar que en algún momento estos estudios hagan que las editoriales caigan en cuenta de su error.

Entre estos estudios está uno muy reciente, se trata de una encuesta on-line realizada a 75,000 usuarios de bibliotecas y llevado a cabo por la Biblioteca de Cleveland y la American Library Association donde los resultados indican que los usuarios que piden prestados libros electrónicos también compran alrededor de 3.2 libros impresos y electrónicos mensualmente, además 44% de los encuestados respondieron que su acervo digital se ha incrementado en los últimos 6 meses. De acuerdo con el Digital Book World, los resultados de esta encuesta respaldan al realizado por el Pew Internet and American Life, donde también se concluía que 41% de los usuarios habituados a utilizar el servicio de préstamo de libros electrónicos, compraron el último libro que habían leído.

Las bibliotecas se convierten en una especie de escaparate que permite al usuario descubrir e interesarse por autores nuevos, cosa que las librerías no logran tan fácilmente al verse obligadas a cambiar constantemente su estante de novedades y no permitir al lector que conozca y se comprometa con un autor. Gracias al préstamo bibliotecario, las bibliotecas contribuyen al flujo editorial no sólo adquiriendo libros y prestando libros, sino también cuando el usuario termina comprándolo.

Las bibliotecas y los bibliotecarios debemos insistir en licencias de adquisición de libros electrónicos más justas que permitan cumplir con este flujo tan importante para el mundo del libro.

Visto en: Digital Book World

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