Aunque el audiolibro es un formato más bien antiguo que siempre ha contado con un gran número de usuarios, en años recientes está viviendo una especie de segundo aire o renacimiento gracias a la proliferación y uso de dispositivos móviles que hacen posible la realización de distintas tareas tanto para la productividad como para el ocio, entre ellas la lectura en cualquier lugar, momento y, desde luego, formato, como es precisamente el audiolibro. Si bien es cierto que hay quienes consideran que el escuchar un libro no es realmente lectura, es tal su crecimiento que aún cuando ya en otras entradas he hablado sobre este tema, cabe preguntarnos si son los audiolibros los libros del futuro.
Las bibliotecas parece que siempre lo han tenido muy claro con los audiolibros, ya en 1934 Edward M. Peterson, presidente del Comité de Trabajo para Ciegos de la ALA escribió un artículo titulado The talking book donde decía:
A través de un estudio cuidadoso, los bibliotecarios desarrollarán formas de extender el uso de los libros que hablan [audiolibros] como ayuda a la literatura impresa, en su trabajo para llevar el conocimiento, el estudio, la cultura y el placer a cualquier individuo que lo requiera.
Los bibliotecarios nos hemos caracterizado por aprovechar las bondades de los distintos formatos para hacer la información accesible al usuario y el audiolibro no es la excepción. Si ese era el discurso en 1934, en pleno siglo XXI Overdrive, una de las principales empresas distribuidoras de libros electrónicos y audiolibros para bibliotecas, anunció que en 2016 se realizaron 196 millones de préstamos digitales en las bibliotecas a nivel mundial, lo que representó un incremento del 21% en relación con el 2015; y, de acuerdo también con Overdrive, este incremento se debió en gran parte a que las bibliotecas incrementaron a su vez la oferta de audiolibros, logrando así que en 2016 el 67% de los usuarios de Overdrive leyeran en este formato.
¿Qué ocurre con el audiolibro fuera de las bibliotecas?
De acuerdo con The New York Times la venta de audiolibros alcanzó el 35.3% del total de ventas tan sólo en el primer trimestre de 2016 y el número de títulos en este mismo formato se incrementó un 400% entre 2011 y 2015 (Rego Barry, 2016).
En América Latina y España, por otro lado, suele pensarse que no existen consumidores, sin embargo los números nos dicen otra cosa, de acuerdo con el reporte Evolución del libro electrónico en América Latina y España: informe 2016, la producción actual de audiolibros supera los 3000 títulos. Una vez más los dispositivos móviles, principalmente los smartphones han sido los principales impulsores del uso de los audiolibros en el mercado latino, especialmente en Argentina, México y Colombia. Así que convendrá a las editoriales deben tomarse en serio este tema y seguir produciendo audiolibros en español, pero no exclusivamente en el español de España.
Y entonces, ¿son los audiolibros los libros del futuro?
Aunque siempre resultará difícil y un tanto arriesgado hacer predicciones, especialmente en un terreno tan complejo como lo es el mundo del libro, lo cierto es que hay varias razones que nos hablan de un futuro bastante promisorio para el audiolibro, incluso más que para el propio libro electrónico. Y no se confundan, con lo anterior no estoy diciendo que el libro impreso o electrónico vayan a desaparecer o que no tengan futuro, como señalan algunos fatalistas y aunque hay quienes no están convencidos del todo con el audiolibro, debemos reconocer que es un formato que cada vez tiene mayor penetración entre los lectores de todas las edades.
Por lo anterior, es muy probable que durante todo 2017 y los años venideros seamos testigos de la llegada y permanencia de un nuevo medio de lectura, por ende seremos también testigos y beneficiados de una mayor producción de títulos en este formato, de una mayor oferta en las bibliotecas y, desde luego, de un mayor número de lectores que no tendrán mayor empacho ni prejuicio al momento de leer con los oídos.
Entre el tinnitus y los problemas de visión producidos por exposición a pantallas el audiolibro va a ser casi el único formato, me parece, eso sin contar con los runners y los atascos, mando un enlace con mi trabajo, saludos.
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